Pero la demanda de seniors desde el exterior, más la posibilidad de que los juniors pasen a incorporarse en una ecuación de aceleración implica cambiar modelos y dinámicas, y ese desafío debe ser asumido por la industria, y eventualmente por los contratantes de las empresas de servicios, el entramado productivo en particular.
La industria de software argentina tiene desarrollada la capacidad de construir valor a partir de los procesos que ejecuta, de los modelos de negocio que desarrolla y de la dirección estratégica que lleva adelante.
Uno de los desafíos actuales es que muchos de esos seniors están optando por posiciones en el exterior,
y la migración virtual o física de ellos contribuye a deteriorar la posibilidad de que los equipos de desarrollo puedan
constituirse.
El programa debe contemplar el crecimiento en este marco de procesos, identificando potencial de crecimiento
exponencial en tensión con las dinámicas naturales de crecimiento, y agravadas por las dificultades que surgen de la
escasez de recursos seniors.